20 de abril de 2011

todos y cada uno de los días

Desde aquel día mi vida dio un giro inesperado. Fue tenerle cerca, escuchar su voz, ver su mirada y que el tiempo se parase para retroceder. Noté como las heridas del pasado se abrían, además de como mi corazón comenzó a latir con fiereza, como mi cabeza se lleno de recuerdos y pensamientos, sentí un terrible escalofrío al tenerle enfrente. Pensé ojala y no le hubiera conocido nunca. Pero lo cierto es que cada día me levanto odiando saber que le necesito...

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