19 de febrero de 2011

que esta locura de amarte no puede acabar

Pues sí, lo conseguiste. Lograste lo que ningún otro a logrado. Has hecho que me enamore, que me enamore perdidamente de tí. Y todo ha sido gracias a tu forma de mirarme, a que sabes escucharme incluso cuando me pongo pesada. Gracias a tu sonrisa, que me vuelve loca: para mí es el mas puro ejemplo de la sonrisa perfecta. Gracias a como me haces reir, a como me rodeas con tus brazos por completo como si no quisieras que me escapara, a tu manera de caminar dando pequeños saltitos. A que bailas conmigo y te picas por quien lleva mejor el ritmo, a que eres mi amigo antes que nada y me conoces mejor que nadie, que te sabes de memoria mi canción favorita a pesar de que no te gusta y has visto Titanic, Grease, PD: Te quiero, Mouling Rouge, Romeo y Julieta...y muchas películas románticas más conmigo más de cinco veces cada una solo porque te gusta la manera en la que se me iluminan los ojos al verlas. ¡Y lo que me haces reir cuando comparas nuestra historia con las de ellos! Has conseguido que me enamore de ti gracias a que no me haces grandes regalos en Navidad, el día de mi cumpleaños o en San Valentín, si no que guardas los grandes paquetes para un día cualquiera y así sorprenderme y que te quiera aún más. Gracias a que no me invitas a cada copa que me tomo, que sabes distinguir cuando es tiempo para estar con los amigos y cuando para estar conmigo, que me dices lo que te molesta de mí sin miedo a que me pueda enfadar, que me has enseñado lugares que no había visto nunca en mi propio barrio, que contigo han sido casi todas mis primeras veces en cualquier cosa...
Lo dicho, que has logrado lo que nadie. Y es que te quiero más que a nada en este mundo, incluso más que a mi misma


que no puedo definir la palabra amor sin decir tu nombre

¿Que por qué me gusta? No lo sé. Quizá por sus ojos. Esos ojos que me hipnotizan. Tal vez por su sonrisa. Esa sonrisa que me hace reír pase lo que pase. Por sus pequeñas manías. Esas que tanto me desquician y que a la vez me gustan tanto de él.. Sus brazos. Esos brazos que desearía que me abrazasen a cada hora. A cada minuto. A cada segundo. Sus obsesiones. Aquellas por las que no vive y tanto coraje me dan. Me gusta por su seguridad. Esa que me transmite con solo pensarlo. Y por su inseguridad. La que me asusta y me da escalofríos. Por cómo camina. Por ser distinto de los demás. Por no dejarse influenciar y ser siempre él mismo. Porque con su simple hola, hace que se me pongan los pelos de punta y los nervios me coman viva...


mi mitad

Todavía me puedo acordar de aquellos momentos; esos emborronados recuerdos que tú me enseñaste a pintar.. todas esas promesas que sellamos con una sonrisa y que todavía siguen cumplidas, tan importantes como pudieron serlo una vez; todas esas confesiones y secretos que podrían no ser nada, pero que para nosotras eran un mundo, que jamás me he atrevido a revelar; todas esas oportunidades que aprovechamos, y todos esos temores y miedos, en los que me cogiste de la mano, y juntas saltamos al vacío.
Todo eso y más, alimenta mis sueños y mis ilusiones, tu mano; tan suave y protectora contra la mía, que me asegura que todo va a ir bien, que después de la tormenta, viene la calma.
Y en el caso de que no venga, estás a mi lado, y ya puede venir viento y marea que mientras sigas aquí, el resto no importa.