13 de septiembre de 2011

Lo malo de quererte cada día un poco más son los trescientos cuarenta y cinco días que pasé contigo. Que pasan factura. Querer a ratos. Ya no me acuerdo. Yo te quiero siempre, cada paso que das y cada palabra que dices. Cada cosa que hablas y cada puta mirada tuya que no entiendo. Lo malo de quererte.. eso es lo malo de quererte. La sensación de vértigo cada vez que das un paso más lejos de mi. Un paso mal dado. La cara de imbécil que se me queda cuando se que lo hago mal. Quererte demasiado. Eso es lo malo de quererte. No quiero intentar lo que no se puede intentar. Cambiar. Si tú cambiaras no serías tú, y yo te quiero a ti. Joder. Pues quiéreme aunque te mate a disgustos. Cómo hacíamos antes. Quiéreme de todas las formas posibles. De noche y de día. Los domingos por la tarde y un miércoles por la mañana.” ¡Pero si es que te quiero!” Y eso lo justificaba todo. Era bonito. Amor sin límites. Lo de siempre. Lo nuestro. Nunca tuvimos límites. Amor que se muere por comerse una tarde de domingo. Y un lunes, los lunes también nos queríamos. Voy a dejar de hablar de nosotros. Que empieza a resultarme raro. Ahora hablaré de mí. Quererte un poquito más cada día que pasa es un reto. He decidido empezar a quererte un poco menos.

y como no lo cuides, lo pierdes

No se echa en falta lo que nunca se ha tenido, pero echamos mucho de menos lo que tuvimos a nuestro alcance. Y lo que más echamos de menos es lo que teníamos.
Aunque esperamos y rezamos porque nuestras relaciones, nuestro aspecto y nuestra vida mejoren, cuanto más se tiene, más es lo que se puede perder.