14 de marzo de 2011

Me has ido recomponiendo el alma pedazo a pedazo. Gracias a ti he conocido como se sueña estando despierta y como en la distancia se puede conservar un amor frenético sin enfriarse o disiparse. Ahora sí creo que todo vale y todo cabe en este mundo, pero todo me sobra si permaneces tú. Si al llenarme de caricias se me olvida qué horas y quién hay fuera de estas cuatro paredes. Nada me importa porque desde que me besas ya no me encuentro, prefiero estar perdida entre las olas de tus sábanas. Volverme loca cuando tus manos me retienen con ternura y pasión como mezcla perfecta para estremecerme. ¿Qué más te puedo decir si ya lo eres todo?